Todos sabemos que la seguridad física de nuestro negocio es uno de los aspectos cruciales que tenemos que cuidar a la hora de montar un negocio. Pero…¿qué pasa cuando descuidamos la ciberseguridad? Algunos emprendedores y pequeños empresarios se sienten a veces tan desbordados ante la titánica tarea de dirigir y hacer crecer sus negocios que se dejan arrastrar por la inercia de las antiguas dinámicas de producción y desconocen los peligros reales de seguridad que hay en el enterno virtual, lo cual puede provocar incluso perjuicios irreparables.
Desde el Insitituto Nacional de Ciberseguridad nos cuentan el caso real de Pablo, un gerente de una pequeña clínica veterinaria que un día abrió un archivo de un email con el asunto «Esta es tu factura» que jamás debió abrir. Se trataba de un malware de un tipo concreto de ransomware llamado SamSam, que aunque su objetivo principal son las administraciones públicas, no quita que las empresas privadas puedan librarse de él.
Lo que sucedió después fue una sorpresa bastante desagradable para Pablo, pues le pedían un rescate de 6000 euros por toda la información que le habían robado através del archivo infectado. Pablo no dudó en abrir el archivo, pues en aparencia parecía una factura más, además, la cuenta desde la que se enviaba tenía un nombre muy similar a la de un habitual cliente y en apariencia era inofensiva.
Ciberdelitos como estos son más normales de los que relamente parecen, por lo que estar al día en materia de ciberseguridad es indispensable para evitarnos malos tragos, sea cual sea el volumen de nuestro negocio, los software maliciosos siempre están al acecho y nunca se sabe cuando puedes ser tú la diana.
