Muchos emprendedores tienen muy claro sus objetivos, son muy buenos haciendo su trabajo y creen que solo necesitan su intuición para sacar una empresa adelante.
Desde nuestro punto de vista, esto es un tremendo error, ya que antes de lanzarnos a la piscina del emprendimiento debemos tener claro muchos factores, como la viabilidad de un proyecto o la estrategia a seguir, e ir más allá del mero conocimiento de la actividad. Esto se consigue gracias al Plan de Empresa.
Pero, ¿para qué hace falta un Plan de Empresa? Pues para planificar nuestro negocio (recursos, proveedores, clientes…), reducir riesgos (análisis contables, previsión de gastos e ingresos…), facilitar la gerencia (no solo ayuda a la toma de decisiones sino que es una herramienta de evaluación) y, si hiciese falta, para ayudar a planificar la búsqueda de financiación.
En los últimos años han surgido formatos breves y visuales para crear un business plan de forma sencilla, como el Lean Canvas, que ayudan a visualizar toda esta información en una sola hoja.
Nuestra recomendación es redactarlo SIEMPRE antes de comenzar una actividad. En internet hay mucha ayuda al respecto y, si no se tiene claro, siempre se puede contar con ayuda profesional.